3 de Agosto 2020

Voy a decir lo que hay que decir desesperadamente, aunque será muy ofensivo para muchos de ustedes. Pero voy a decirlo de todos modos para que tal vez pueda ayudar legítimamente a salvar algunas vidas...

Damas y caballeros, hermanos y hermanas, los médicos están matando gente. De hecho, los médicos están matando a más personas que el COVID-19.

Aquí esta el cómo y el por qué: Los médicos no son infalibles, los doctores no son perfectos, los médicos no lo saben todo, los médicos son seres humanos con prejuicios y fallas como todos los demás. La diferencia es que las decisiones y acciones de los médicos tienen que ver con la vida y la muerte.

Y cuando un médico mata a alguien por su propio error, siempre pueden echarle la culpa a la enfermedad, por lo que tienen la excusa perfecta para sus errores.

Ya he expuesto el hecho de que los médicos están matando a los pacientes con COVID-19 poniéndolos en ventiladores. ¡El ventilador no cura a los pacientes, los mata! Así que, por favor, no dejes que un médico te ponga un ventilador.

Varios médicos han salido y han hablado en contra de este protocolo porque reconocen como está matando a todos los que son puestos en uno. Estos médicos han sido silenciados o retirados de sus cargos. Deberías aprender a cuestionar estas cosas. Por favor no permanezcas ignorante.

Una vez que comiences a hacerte estas mismas preguntas, finalmente puedes aprender y comprobar por ti mismo que ya no se puede confiar en los médicos más que en los plomeros, electricistas, policías o políticos. Claro, hay algunos buenos por ahí, pero también hay muchos horribles.

En pocas palabras, no debes confiar en un médico solo porque él / ella es médico. Los médicos, como todos los demás "profesionales", deben ganarse tu confianza, porque ni su entrenamiento, ni su certificado de doctorado, ni sus batas, ni sus capas blancas son suficientes para demostrar que realmente saben lo que están haciendo y que son capaces de salvar tu vida o incluso mantenerte saludable.

Hace unos años, la Universidad John Hopkins publicó un informe que detalla cómo un promedio de 250,000 personas ¡mueren cada año en los Estados Unidos por error médico!. Evidentemente, el número real es mucho mayor, ya que solo se trata de muertes causadas por error y no incluye las muertes causadas por un médico que eligió un procedimiento incorrecto pero no cometió ningún error en el proceso. El número podría ser tan alto como 400,000 muertes o más anualmente. Tampoco tienen en cuenta los millones de bebés que han sido asesinados por médicos a través del aborto.

En los países latinoamericanos, solo puedes adivinar cuáles serían esos números. ¿Pero crees que los médicos en los Estados Unidos o América Latina son más competentes? ¡Entonces piensa en el daño que los médicos latinoamericanos están causando a sus pacientes!

Esto significa que lo más peligroso que una persona promedio hará en su vida es ir al médico. Cada año, los médicos matan a más personas que los accidentes automovilísticos, la violencia armada o cualquier guerra desde la Segunda Guerra Mundial combinada. Visitar el hospital cuando estás enfermo es en realidad más peligroso que visitar Irak, Afganistán, o Sinaloa.

Entonces, ¿por qué confiamos en ellos?, ¿Por qué les creemos?, ¿Por qué les damos poder sobre nuestras vidas?. Si cualquier otra profesión tuviera asociado este tipo de estadísticas de defunción, nuestra sociedad los ODIARÍA. Pero los médicos obtienen un pase gratis.

Todos los hombres están sujetos al ego. Sin embargo, con los médicos, dado que se ocupan de la vida y la muerte, la inserción de sus egos en la ecuación de la atención médica es particularmente peligrosa.

Un médico típico en América Latina ha gastado una cantidad considerable de tiempo, energía, recursos y dinero para convertirse en médico. Entonces sienten que son más inteligentes que los demás. Desafortunadamente, las universidades de hoy que emiten títulos de doctorado no enseñan pensamiento crítico, como hacer una investigación original o incluso muchos elementos básicos de la medicina. Es vergonzoso ver que normalmente puedes encontrar mejor información en Internet que la de muchos médicos latinos.

Pocos médicos investigan de primera mano o incluso han aprendido a pensar críticamente. La mayoría simplemente repite lo que les han dicho en la escuela de medicina, o lo que sea que esté haciendo la "medicina convencional" sobre una determinada afección en este momento.

Los médicos dejan que sus egos se interpongan en el camino del mejor tratamiento e incluso del sentido común. Esto es particularmente peligroso cuando el estado social del paciente es significativamente más bajo que el del médico. En otras palabras, los egos de los médicos abusan desproporcionadamente de los latinos, porque en general, los médicos consideran que los latinos somos particularmente pobres e ignorantes.

El punto es simple: No se puede confiar en los médicos porque sus egos no les permiten ser objetivos. Y durante los momentos en que se le dice al público en general que ponga toda la fe en el establecimiento médico, es bastante obvio que los médicos impulsados ​​por el ego harán todo lo posible para aprovechar ese momento para exaltarse, acrecentar sus egos e impugnar cualquiera y todas las fuentes de detracción.

Si bien las personas generalmente solo quieren ver el bien que algunos médicos han hecho en nuestra sociedad, pocos quieren ver el daño que han infligido a la misma. Pero echemos un vistazo rápido a la historia de los médicos:

¿Ves? Los médicos no tienen una buena historia.

Ahora no digo, ni creo, que todos los médicos son malos. Pero evidentemente tampoco son todos buenos. Si todo el mundo puede odiar a la policía solo porque algunos de ellos son malos, entonces todos deberían odiar a los médicos también. ¡Quiero decir que la inconsistencia aquí es extraordinaria!

(Realmente no creo que debas odiar a los médicos, pero sí, creo que nunca se debe confiar en los médicos hasta que demuestren su competencia individual).

La conclusión es simple: No debes confiar en un médico que no se ha ganado tu confianza primero. Los médicos deben demostrar competencia, no solo en su conjunto de habilidades, sino también en su capacidad de pensar críticamente para poder responder adecuadamente a los nuevos desafíos a medida que ocurren.

El gran problema que tiene el mundo en este momento es que, por naturaleza, nosotros como humanos, estamos paralizados por el miedo a la muerte. Y culturalmente, hemos idolatrado a los médicos como el medio por el cual podemos superar ese miedo. Pero la realidad es todo lo contrario: Las estadísticas, los hechos, el sentido común y la interacción general con los médicos demuestran que la mayoría de ellos no están equipados para ayudar a las personas a superar la muerte y en demasiados casos son la CAUSA de la muerte y no la ESPERANZA para superarla.

Pero las personas ignorantes continuarán siendo ignorantes. (1 Corintios 14:38). Y mientras continúe esta idolatración de los médicos, la afirmación de muerte proclamada por un médico seguirá siendo la criptonita del mundo y nuestros derechos, nuestras libertades y nuestra Democracia estarán en peligro para siempre.

Permíteme decirlo de otra manera: Los "poderes fácticos" NECESITAN que confíes ciegamente en los médicos. Necesitan desesperadamente que creas lo que dicen los "profesionales médicos". Porque si dejaras de confiar en los médicos, no habría otra forma, aparte de la fuerza física y la violencia, para que ellos te controlen. Piénsalo. Te reto a que pruebes que estoy equivocada.